El uso de la construcción industrializada es cada vez más habitual en el terreno residencial. Gracias a sus múltiples ventajas, este método de fabricación caracterizado por su versatilidad arquitectónica es una opción de calidad que se adapta según diseño, zona geográfica, condiciones climatológicas, topográficas y que ofrece viviendas sostenibles en el tiempo adecuadas al entorno y respondiendo a las normas técnicas y ambientales buscando inspirar nuevas formas de vivir.